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miércoles, 23 de junio de 2010



Otras formas de Meditacion:



Muchos saben que, en medio de sus ajetreadas vidas, necesitarían tomarse un respiro, pero les resulta muy dificultoso poner "un pie en el freno". Para ellos, la "meditación en movimiento" puede ser la solución. Muchos conocen los grandes beneficios de la meditación, que entre otras cosas pueden reducir el estrés, la tensión, aumentar la paz interior y la sensación de bienestar, mejorado la concentración, y proporcionando momentos de calma durante los días más agitados. ¿Sin embargo. como lograr ésta misma meditación, cuando a uno le resulta casi imposible "desenchufarse" de la rutina diaria?
Muy probablemente, su caso sea el mismo que el de cualquier habitante urbano, que, atrapado por la vida moderna, experimenta grandes dificultades para poner un freno a sus movimientos diarios. Por lo tanto, si no puede lograr sentarse o acostarse el suficiente tiempo como para relajarse, o bien concibe a la meditación formal como otro tipo de práctica espiritual que, simplemente, le resulta imposible lograr, sería tiempo de probar realizarla. en movimiento, es decir caminando.
Una caminata al aire libre puede convertirse en una especie de meditación móvil, si usted tiene en cuenta los siguientes cinco puntos: esta atento y consciente de su respiración, tiene muy en cuanta el espacio en que la misma se desarrollas, está atento al movimiento de su cuerpo, planifica y cumple correctamente determinados tiempos, y se toma un cierto período como para reflexionar sobre su experiencia, cuando vuelve a su casa. Una meditación móvil o por caminata, es simplemente un ejercicio de conocimiento interior, por lo que nos referiremos a esta práctica como un "conocimiento mediante caminatas".


1. Focalizar la respiración



Para comenzar, se deberá tomar aviso de la propia respiración. ¿Se encuentra bajo los efectos del estrés, y suele tomar respiraciones leves y cortas, incluso sin saberlo? Si es así, realice tres respiraciones lentas pero profundas, inhalando a través de la nariz, y exhalando a través de la boca. Tomarse un tiempo como para concentrarse en su respiración, será muy importante, ya que será la señal de que su cuerpo, mente, y espíritu, se encuentran uniendo sus diferentes espacios.
De esta forma, podrá separarse a sí mismo de muchas de las cosas que pueden presionarlo diariamente, como su jefe en el trabajo, los grito de sus hijos, un contestador automático o una casilla de mails sobrecargadas, o un cuarto de baño que necesita ser limpiado. (Si ningunos de los elemento estresantes, comunes en la vida diaria del habitante urbano, son logrados erradicar, se irán acumulando y "alojando" en el propio interior). La idea, sería que logre dejar en el camino todas estas complicaciones. ¡en su misma caminata! Concentrarse en su respiración, le ayudará mucho a hacer esta transición.


2. Conociendo su ambiente, siendo parte del mismo


El segundo paso a tomar, tendrá que ver con estar muy atento al ambiente en que se desarrolle su "caminata interior". ¿Qué estación del año está transitando? Si está en un área urbana, o suburbana, tómese algunos minutos para escuchar los ruidos que fluyen alrededor suyo. Sienta el viento, el sol, la niebla, o incluso los rayos de luz pegando contra su cara. Mire al cielo, a los árboles, a los edificios, a los pájaros, a los animales, o a la gente que puede estar a su alrededor.
Realice también algunas inhalaciones bien profundas, y trate de sentirse como parte integrante de ese mismo ambiente, justo en el punto en el que usted se encuentra en ese momento. Esta conexión e interconexión con el mundo natural, lo ayudará a orientarse en su camino, tanto literal como metafóricamente.



3. La importancia del cuerpo



Prestar atención a su cuerpo, será el tercer paso de esta zaga. Comience explorando su cuerpo para ubicar cualquier área de tensión que pueda hallarse en el mismo. Los lugares más comunes donde estos puntos se alojan, son el cuello y los hombros, el área del plexo, en la espalda, y en las piernas. Intente respirar profundamente, y sentir que áreas se sensibilizan más, para encontrar la tensión que se encuentra en esos puntos.
Luego, tenga en cuanta su postura. Camine de una forma que sea cómoda para usted, pero no floja. Lo ideal, sería que su cuerpo tenga una combinación de relajación y entereza, tanto como le sea posible. Entonces, haga lo qué suele hacer naturalmente, es decir poner un pie delante del otro. Lo mejor es esforzarse para lograr un paso firme y con ritmo. Recuerde, no está jugando ninguna carrera, ni tiene que llegar a prisa a ningún lado.



4. Tiempos y experiencias



No hay tiempos mínimos ni máximos para esto, aunque lo ideal sería no hacer menos de diez a quince minutos. A medida que camine, preste la atención a la experiencia de sus movimientos. ¿Puede sentir los músculos en sus piernas, que se contraen y/o relajan? ¿Cómo siente la brisa al chocar contra su cara y cuerpo? Deje que su mente esté tan abierta como le sea posible, estando enterado que todo lo que experimenta, desde lo más profundo hasta el mínimo detalle, y de cómo todos los factores estresantes que alteran su vida comienzan gritarle para obtener su atención. Ese será el punto a lograr: usted los dejó venir, los nota, pero también está logrando hacerlos pasar de largo, por fuera de su organismo.



5. Regresando a casa



Finalmente, cuando vuelva a su casa, tómese de cinco a diez minutos para reflexionar sobre su experiencia. Esto proporcionará un cierre a su caminata, y le permitirá lograr la transición necesaria entre los mundos interconectados de su cuerpo, su mente, y su alma, para coordinarlos en un tiempo único. ¿Qué diferencias experimenta ahora mismo, en comparación con los minutos antes de la partida? ¿Cómo influyeron los vientos, las pendientes, y los diferentes recorridos de su camino? ¿Qué fue lo que le resulto más costoso? ¿Qué fue lo más placentero? ¿Dónde obtuvo una mayor fuente de energía y vitalidad? ¿Cuáles fueron los pensamientos más positivos y negativos que experimentó durante la caminata? ¿Ellos se han modificado?
Todas estas preguntas, formarán parte de otra meditación, una meditación no-móvil, pero que le será mucho más sencillo de lograr después de su caminata. Las "caminatas de conocimiento" pueden ser fácilmente realizados en medio de otro camino, el de su vida diaria, apartando sólo un breve tiempo al principio o al final del día, o bien en el trayecto hacia alguno de sus destinos. Este ejercicio, es una práctica ideal para la gente de acción, ya que no es necesario realizar un brusco freno a sus vidas de movimiento y actividad.


Gaia Yoga.

martes, 22 de junio de 2010




Chakras



Es la palabra en sánscrito (leguaje sagrado de hindú) para denominar a los centros energéticos vibracionales que se instalan en nuestro cuerpo. Significa “rueda” o “círculo” pues su forma es redonda y se asemeja en cierto modo a un embudo. Hay muchos chacras en diversos puntos de nuestro cuerpo, sin embargo los más importantes son 7 y se instalan a lo largo de la columna vertebral, desde la base en el hueso coxis hasta el punto más elevado del cráneo.Aunque estamos hablando de centros energéticos, que no pueden apreciarse a simple vista, éstos están relacionados con glándulas endocrinas y ciertos órganos dependiendo del lugar donde se ubican. Por tanto sus funciones y cualidades están relacionadas con éstos órganos ayudándoles en su actividad y actuando como una conexión entre nuestros cuerpos físico, mental y espiritual.El alimento energético que necesitamos para que se mantengan las funciones de estos tres cuerpos y su equilibrio y armonía la recibimos a través de los chacras.Por poner un ejemplo sencillo, cada chacra sería como una antena que está sintonizada a la frecuencia requerida por los órganos que controla y a la vez funcionan como una batería que conserva la energía recibida.Nosotros podemos ayudar activamente a que estos chacras conserven su armonía y nos ayuden a metabolizar correctamente la energía recibida a través de ellos. Una forma es la visualización, escuchando cierto tipo de música, a través de la cromoterapia las gemas, etc.


Los asanas (posturas) en yoga son una herramienta fundamental para mantener el equilibrio tanto físico, como energético, como mental. Con ellas desbloqueamos músculos y articulaciones, ayudando a mantener la fuerza, flexibilidad y equilibrio y favoreciendo el flujo energético en nuestro cuerpo, por tanto hay asanas que ayudan a activar y nutrir cada chacra dependiendo de la zona corporal que estemos trabajando.


El nombre de los 7 Chakras son:





Gaia Yoga.